sábado, octubre 15, 2016

Una Mecha apagada

Debiste, con el tiempo, haber dejado un espacio vacío.
Hubiese sido mucho más sencillo para nosotros.
En cambio, tu espacio vacío quedó...
Lleno de pocillos con yemita y azúcar, cafeses con Manón, reposera de helados y  cementerios perrunos.
Tu espacio vacío se colmó de morales, de panes caseros, de tortas peruanas, de muebles con patas, de patas con muebles.
Se llenó de manos, grandes...frágiles.
Y si hay algo que debiera reprocharte es eso, una mano (la tuya) mucho más nervuda que la mía.
Tu mano, mucho más cerca de la muerte y sin embargo...sigilosa de vida.
Por eso me fui ...
Siempre
fuiste
mas
fuerte
que
yo.

martes, febrero 09, 2016

Un mundo enamorado



La ley universal: “Se prohíbe hablar”, fue demasiado absurda.
Por suerte, se modificó por otra que lo permitía (siempre y cuando se compraran las palabras). 
Obvio que se instalaron micrófonos para detectar desobedientes. Pero más allá de ese detalle, la idea funcionó; porque la humanidad pasó de adquirir insultos o vocablos combativos a consumir no sólo palabras cordiales sino, las necesarias.
Todos pudimos interrelacionarnos sin problemas a través de una comunicación tremendamente reflexiva, simple y comprensible, en la que primaron los términos sentidos, los gestos y los silencios.
Fue un mundo de miradas, fue un mundo enamorado.

sábado, junio 14, 2014

Los desfibriladores

¿Nunca creí en el amor?
¡Bah! Creo que, sólo una vez tuve dudas.
Hará unos años... me choqué con M. ¿Acaso enamorarse no es una colisión?
La cosa fue que, si bien nunca nos besamos, ni nos dimos la mano, ni nos abrazamos, ni nada de nada: demasiado nos sentíamos.
Lo de no dejar de pensar en otra persona es cierto, te pasa. Haces todo como si, realmente, alguien estuviera junto a vos (cosa que nunca sucedió), pero eso no es nada del otro mundo: a cualquiera le sucede.
Lo que a cualquiera no le ocurre es que, a diferencia de otras parejas que se toman un tiempo para saber si se quieren, nosotros cada vez que veíamos que la cosa se iba tornando queriblemente inconmensurable, nos desfibrilábamos.
Así es, lisa y llanamente, pelábamos unos cables y nos dábamos una panzada de corriente continua para despolarizarnos.
¡No era cuestión de andar cremando fantasmas!




viernes, mayo 30, 2014

Red Button

Cuando menos me di cuenta ya estaba en "El Durazno".
Me quité las medias y los zapatos, desajusté el nudo de mi estómago, arremangué un poco el pantalón del traje y me metí, hasta mis pantorrillas, en ese hermoso río acarozado.
Los insultos al flamante Jefe de Departamento y mi posterior renuncia habían quedado a más de 130 kilómetros de distancia.
Ahora, Johnnie Rojo se aferraba desesperadamente a mi mano derecha,  y una correntada le tiraba los brazos a mis ojos para acunarlos.
Repentinamente, ocurrió lo pensado:
Salió un tren del agua.
Escupió humo como si fuera una ballena y el silbato chilló tanto que ahuyentó a los pechitos amarillos.
Se quedó un rato esperando en vano y luego se sumergió.
-...sí mi amor, termino unas cosas y voy para allá".
Nadie te dice qué pasa cuando el tren de uno ya se lo ha tomado otro y tampoco mencionan que, en los otros, hay un desperfecto en el mecanismo para la frenada de emergencia.








miércoles, mayo 07, 2014

El cacharro

De repente...me llené de tristeza.
Como un cacharro con la lluvia.
Un cacharro que nunca lo engalanaron para que sea parte de este entumecido decorado.
Un cacharro olvidado, condenado a larvas de mosquitos y a los disparos de un tiempo sin pulso.
Ni siquiera servil porque, perros sin lenguas.

Me llené de tristeza.
Como un cacharro bajo una canilla rota.
Un cacharro que, para que no sienta frío,
la
vida
le
cubre
con
óxido
el
cobre
que
corre
por
sus
venas.










miércoles, abril 09, 2014

Topetazo en la coyuntura

Debo haber vuelto luego de 20 años.
Nunca imaginé que, luego de tanto tiempo, le cortaría el césped al complejo vacacional que disfrutaba cuando era niño.
Claro que, ahora, la perspectiva había cambiado.
Me entristeció ver el estado de abandono en que se encontraba. El proceso de reducción que sufrió el predio, agigantó mi amargura; pero las gotas, realmente florecieron al momento de ver "el sector de juegos".
Ahí estaban el flipper, el metegol, la mesa de ping pong y el gálaga, completamente solos.
¡Y me empaché con desamparo!
Ansiar que el recuerdo desvalíe al pasado, es como desear que el amor jamás olvidase lo que fue.

sábado, marzo 29, 2014

Los insolados

No sé de quién vino, pero se escuchó decir:
-¡Por culpa del sol estamos envejeciendo! ¡Hay que apagarlo!
Todos estuvimos de acuerdo y armamos una inmensa cadena humana que flotaba en el aire y se prolongaba hasta ese disco dorado. Juntamos millones de baldes  y nos organizamos de la siguiente manera:
con la mano derecha pasábamos el lleno y con la izquierda recibíamos el vacío.
Sucedió que, el calor fue tan insoportable que los que estábamos en el extremo superior, cercano al sol, terminamos tomándonos la poca agua que no se había evaporado.
De repente surgió otra idea:
- ¡Hay que taparlo!
Todos nos pusimos a tejer una inmensa manta para cubrirlo y una vez que concluimos, intentamos colgarla de algún lado pero no había dónde fijarla. Si bien la pudimos mantener sostenida un buen tiempo y le dimos un poco de juventud a los de más abajo; el intento de  abulonarla contra el cielo fue todo un fracaso porque los fisher no se adhirieron.
Desesperados, surgió la magnífica idea de que el sol, como era viejo: debía funcionar con tapones. Nos pasamos un buen tiempo buscándolos para desenroscarlos pero, escaseó lozanía.
Nos vimos encorvados, malhumorados, desilucionados, resignados y opacáceos.
A la mañana siguiente, todos aparecimos arrugados.
De cara al círculo en llamas y antes de mi último parpadeo, lamenté no haberlo puesto sobre una mesada de mármol... ¡La diferencia de temperatura lo hubiera hecho trizas!.